HABÍA UNA VEZ, EN UN PAÍS DE ÁFRICA DONDE HACÍA MUCHA CALOR , UN PECECITO TAN PEQUEÑITO QUE VIVÍA EN LAS LÁGRIMAS DE LOS NIÑOS, Y VIVÍA BASTANTE BIEN PORQUE ALLÍ LOS NIÑOS LLORABAN MUCHO. ERAN POBRES Y SUS PAPÁS NO PODÍAN DARLES DE COMER. LLORABAN Y LLORABAN Y SUS PAPÁS NO PODÍAN HACER NADA PARA CALMARLES EL HAMBRE PORQUE EN ESE PAÍS NO HABÍA ALIMENTOS. ASÍ QUE EL PECECITO ESTABA MUY CONTENTO, SALTANDO DE LÁGRIMA EN LÁGRIMA.
PERO UN DÍA PASÓ QUE LLEGARON A LA ALDEA UNOS PAYASOS DE ESOS QUE VAN POR EL MUNDO REPARTIENDO SONRISAS A LOS NIÑOS POBRES QUE SUFREN. LOS PAYASOS ERAN TAN SIMPÁTICOS Y DABAN TANTA RISA QUE LOS NIÑOS DEJARON DE LLORAR. EL PECECITO ESTUVO A PUNTO DE AHOGARSE. LOS PAYASOS, QUE ADEMÁS DE TONTOS DE MENTIRA ERAN EN VERDAD MUY LISTOS SE DIERON CUENTA DEL PEQUEÑO PECECITO. LO COGIERON Y LO METIERON EN UN BOTECITO VACIO DE PASTILLAS JUNTA A UNA GOTITA DE AGUA SALADA. CUANDO ESTUVIERON JUNTO AL MAR LO SOLTARON Y DESDE ENTONCES EL PECECITO COMENZÓ A CRECER Y A CRECER HASTA QUE SE HIZO GRANDULLÓN, SE CASÓ CON UNA PESCADILLA Y TUVIERON MUCHOS PECECITOS. Y COLORÍN, COLORADO ESTE TONTITO CUENTO SE HA ACABADO. POR CIERTO, CUANDO LOS PAYASOS SE FUERON LOS NIÑOS VOLVIERON A SENTIR EN DOLOR DEL HAMBRE Y VOLVIERON A LLORAR Y A LLORAR. ASÍ QUE CUANDO TUS PAPÁS TE DEN LA COMIDA NO LA RECHACES NI LLORES POR NO COMÉRTELA. RECUERDA QUE EN AQUEL PAÍS DEL CUENTO LOS NIÑOS LLORABAN POR ESA COMIDA QUE TÚ NO QUIERES.
PERO UN DÍA PASÓ QUE LLEGARON A LA ALDEA UNOS PAYASOS DE ESOS QUE VAN POR EL MUNDO REPARTIENDO SONRISAS A LOS NIÑOS POBRES QUE SUFREN. LOS PAYASOS ERAN TAN SIMPÁTICOS Y DABAN TANTA RISA QUE LOS NIÑOS DEJARON DE LLORAR. EL PECECITO ESTUVO A PUNTO DE AHOGARSE. LOS PAYASOS, QUE ADEMÁS DE TONTOS DE MENTIRA ERAN EN VERDAD MUY LISTOS SE DIERON CUENTA DEL PEQUEÑO PECECITO. LO COGIERON Y LO METIERON EN UN BOTECITO VACIO DE PASTILLAS JUNTA A UNA GOTITA DE AGUA SALADA. CUANDO ESTUVIERON JUNTO AL MAR LO SOLTARON Y DESDE ENTONCES EL PECECITO COMENZÓ A CRECER Y A CRECER HASTA QUE SE HIZO GRANDULLÓN, SE CASÓ CON UNA PESCADILLA Y TUVIERON MUCHOS PECECITOS. Y COLORÍN, COLORADO ESTE TONTITO CUENTO SE HA ACABADO. POR CIERTO, CUANDO LOS PAYASOS SE FUERON LOS NIÑOS VOLVIERON A SENTIR EN DOLOR DEL HAMBRE Y VOLVIERON A LLORAR Y A LLORAR. ASÍ QUE CUANDO TUS PAPÁS TE DEN LA COMIDA NO LA RECHACES NI LLORES POR NO COMÉRTELA. RECUERDA QUE EN AQUEL PAÍS DEL CUENTO LOS NIÑOS LLORABAN POR ESA COMIDA QUE TÚ NO QUIERES.
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