HABÍA UNA VEZ, EN UN PAÍS QUE SIEMPRE ESTABAN DE FIESTAS, UNA NAZARENITA MUY PRESUMIDA Y COQUETA, QUE IBA A TODOS LOS SITIOS CON SU VELITA EN LAS MANOS, SU TÚNICA Y SU CAPIROTE.
UN DÍA SALIÓ A DAR UNA VUELTECITA AL CAMPO. COMO ERA PRIMAVERA LAS FLORES ESTABAN MUY HERMOSAS. UN GRUPO DE ELLAS, CUANDO VIERON A LA NAZARENITA, SE QUEDARON EMBOBADAS POR LO PRECIOSA QUE ERA Y LO BIEN VESTIDA QUE IBA. LA HALAGARON TANTO CON SUS PALABRAS QUE LA NAZARENITA SE PUSO COLORADA.
DESDE AQUEL DÍA, SIEMPRE QUE ES PRIMAVERA, LA NAZARENITA SE VA AL CAMPO A DAR SUS PASEÍTOS PARA QUE LAS FLORES LE DIGAN COSAS BONITAS. A ELLA LE ENCANTA SENTIRSE QUERIDA Y LAS FLORECITAS, CON SUS PALABRAS, CONSIGUEN HACERLE OLVIDAR LAS PENITAS QUE ALGUNAS VECES LE PONEN TRISTE.
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