había una vez un bonito hormiguero donde vivía, con toda su familia, el hormiguito mario. mario era un hormiguito muy alegre y divertido, muy guapo, muy cariñoso, muy bueno y muy listo, y lo querían todos mucho: sus papás, sus titos, su tita maría, sus abuelos, su hermana y todos los hormiguitos y hormiguitas de su cole, donde se lo pasaba muy bien jugando y aprendiendo.
el hormiguito mario tenía cuatro años y era muy valiente porque no temía a nada ni a nadie; aunque a veces, algunas noches, tenía pesadillas con unos niños que jugaban cerca de su hormiguero y que el temía que lo fueran a pisar; pero no era así. esos niños eran miembros de un equipo de fútbol de un barrio muy bonito de casitas blancas muy limpias con vidrieras de arco+iris, con hermosos pozos de aguas cristalinas, con parques llenos de flores y plantas muy cuidadas; y eran niños muy buenos y educados, que amaban a los animales y los cuidaban y protegían para que no les ocurriera nada. uno de esos niños era el encargado de cuidar el hormiguero de mario; y ,de vez en cuando, les llevaba miguitas de pan y algunos granos de cereales de su desayuno. sabía que a las hormiguitas les encantaba el pan y los cereales, y que los cogerían y se los llevarían a su lindo hormiguero para almacenarlo, junto a toda la comida que recogían durante todo el día. así, cuando llegara el invierno, con su frío y su lluvia, las hormiguitas podrían vivir refugiadas en su hormiguero durante meses alimentándose de esas reservas que durante la primavera y el verano se encargaban de recoger de los alrededores.
cuando el hormiguito mario se dio cuenta de lo buenos que eran esos niños nunca más volvió a temerles ni a tener más pesadillas. desde entonces sueña con hermosos caballos alados que lo montan a su grupa y lo llevan volando a conocer todos los maravillosos lugares que hay en el mundo, esos bonitos lugares de los que le habla su tita maría, a la que le encanta viajar y que le ha prometido llevarlo un año junto a su hermanita a disneyland parís. una vez hasta lo llevaron a la luna y a marte, y allí se hizo muy amigo de unos simpáticos marcianitos de colorines y antenitas como las suyas.
y colorín, colorado, este hormiguerito cuento se ha acabado.
te ha gustado, mario?
ea, pues ahora a la camita y a soñar con tu próximo viaje a lomos de tu bonito caballo alado.
oye, como diría tu tita maría, sabes cómo se llaman los caballos alados?
moraleja: las hormiguitas son unos bichitos entrañables y trabajadores que quieren mucho a los niños; por eso dejan que ellos se emboben viéndolas como llevan sus trocitos de comida a su hormiguero; y a ellas, como a los patos del estanque del parque, también les encanta que los niños y las niñas les echen trocitos pequeñitos de pan, cereales y gusanitos.
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